IV JORNADA MONETARIA

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Crisis & Salida tiene como objetivo promover el análisis y el comentario del público especializado acerca de los temas relacionados con el tópico a ser abordado en la IV JORNADA MONETARIA: “La política económica después de la crisis financiera-económica internacional: Estrategias de salida”. Los lectores pueden comentar libremente todos los artículos del blog en el marco del respeto y la cordialidad.

jueves, 1 de septiembre de 2011

La próxima revolución industrial *

Casi un tercio de la demanda energética mundial y casi el 40% de las emisiones de CO2 en todo el mundo son atribuibles a las actividades industriales. Su contribución a la lucha contra el cambio climático será transformar la manera en que utiliza la energía, y reducir sus emisiones de CO2. Si bien la eficiencia energética industrial ha mejorado y se ha disminuido la emisión de CO2, este esfuerzo ha sido más que compensado por la creciente producción industrial en todo el mundo, preveyéndose que la demanda de materiales industriales al menos se duplique en los próximos 40 años. Este camino no es sostenible. Por ello, urge una transición tecnológica a partir de las mejores tecnologías disponibles incluyente también a los países en desarrollo. Con ello se reduciría el consumo industrial de energía (eficiencia energética) entre un 18% - 26% y la reducción de emisiones de CO2 entre 19% -32% según la Agencia Internacional de Energía. La acción es importante en los cinco sectores: hierro y acero, cemento, petroquímica, celulosa y papel, y aluminio, que representan el 75% del total de las emisiones directas de CO2 de la industria.

Hierro y acero: Mejores tecnologías disponibles pueden suponer un ahorro energético de alrededor del 20%. El cambio de combustible también contribuiría.

Cemento: Reducir las emisiones de CO2 en este sector es muy difícil debido a las emisiones en la producción de clinker. Se esperaría a mediano plazo reducir el uso actual de energía en 21%.

Productos químicos y petroquímicos: Las mejores prácticas podrían lograr un ahorro energético de aproximadamente el 15%. Medidas adicionales, tales como intensificación de procesos e integración de procesos, un mayor uso de la cogeneración y la optimización del ciclo de vida mediante el reciclaje y la valorización energética de residuos plásticos post-consumo, podría ahorrar más energía final.

Pulpa y papel: Con potencial para aumentar la eficiencia energética y reducir las emisiones de CO2. Las mejores tecnologías podrían ahorrar energía hasta un 25%.

Aluminio: El impacto de la aplicación de las mejores técnicas disponibles es limitado, por lo que la posibilidad de reducir el consumo de energía es de 12%.

Las emisiones mundiales de la industria en 2050 sólo se podrán reducir un 21% en comparación con los niveles actuales si todas las regiones contribuyen. Los procesos de industrialización que buscan los países en desarrollo deben considerar estos aspectos.

En el caso de Bolivia ¿cuán válida es esta reflexión? ¿Qué experiencias se pueden rescatar en materia de eficiencia energética? ¿Qué elementos más concretos se pueden extraer entre la relación industrialización - medio ambiente?

* Resumen del artículo publicado en la revista making it magazine, ONUDI. Entrevista a Nobuo Tanaka